Si ves esta hermosa concha en la playa, aléjate y ¡nunca, pero nunca la recojas!

Ostras, lapas, y caracolas de mar: como ávida coleccionista de conchas, la cazatesoros de la playa lo había visto todo. Pero este colorido espécimen fue una verdadera sorpresa. Su patrón de color naranja jaspeado era tan bonito que la llamó como el canto de una sirena, y no pudo resistir estirar una mano para recogerlo. Sin embargo, poco sabía ella que cada paso la acercaba a un peligro horrible.

Sí, aunque este extraño caparazón puede parecer deslumbrante, no dejes que su belleza te lleve a una falsa sensación de seguridad. Así como una rosa tiene sus espinas, aquí también hay un mecanismo de defensa esperando para atacar. Y no asumas simplemente que recibirás un pequeño pinchazo, apenas momentáneamente doloroso. Las posibles consecuencias son mucho más graves.

Verás, algunas de las personas que han estado en contacto con conchas de este tipo han muerto. Y aunque uno pensaría que un objeto letal tendría la decencia de parecer siniestro, no es el caso aquí. Las conchas vienen en una variedad de colores brillantes, por lo que este insidioso y pequeño canalla no causa una obvia señal de alarma.

Hablemos además de la forma obcónica de las conchas, lo que significa que son oblongas y terminan en una espira, en caso de que te lo estés preguntando. Eso es bastante normal, al igual que sus tonos habituales. A menudo, estos conos vienen en tonos blancos, rosas o crema. Hasta ahora, estas conchas son bastante ordinarias, ¿no? Y eso plantea una pregunta: ¿por qué son tan buscadas?

Bueno, probablemente todo se deba a algunas de las marcas de las conchas: impresionantes patrones moteados o de mosaico en rojo o marrón oscuro. Son súper fotogénicas, de hecho, y excelentes para una instantánea de Instagram. Pero si ves una atractiva concha que coincide con esta descripción en una playa australiana (o en cualquier playa, en realidad), ten mucho cuidado.